«Sería interesante descubrir cuan lejos una visión seriamente crítica de los beneficios a la sociedad de la ley de derechos de autor […] tendría la oportunidad de ser públicamente declarada en una sociedad en la cual los canales de expresión son tan ampliamente controlados por personas que tienen un interés velado en la situación existente»– Friedrich A. Hayek
LAS IDEAS NO SON PATENTABLES, LA NATURALEA IMITA Y TU IMITAS
En la antigua Grecia se dice que el rey Peleus hizo un concurso de comida basado en el “obelisco” lo que hoy llamamos en Grecia souvlaki o pincho moruno en los países ibérico.
Hasta el gran héroe Aquiles en la Ilíada aparece cocinando esta sabrosa y deliciosa comida. El ganador tendría el privilegio de tener exclusivamente el honor de cocinar souvlaki en todo el reino helénico durante un año.
A pesar que todos los cocineros e quejaron ante semejante corte de libertades culinarias, el cocinero gozó de un año cocinando exclusivamente la deliciosa y sabrosa comida. Ciertamente, el reino de Peleus sufrió de falta de innovación culinaria, expansión económica, no solo durante ese año sino que además una gran crisis alimentaria surgió en todo el reino debido a la prohibición de cocinar souvlaki y la escasez de gallinas ya que muchos ganaderos no quisieron criar pollos debido a esta prohibición.
Más adelante la reina británica Isabel I de Inglaterra garantizó a su medio hermano y al almirante Francis Drake la patente sobre los dominios de América ya que los españoles se expandían rápido y le comían la tostada en el nuevo mundo. Estas patentes otorgadas por la reina inglesa dieron cierta estabilidad a los ingleses pero impidieron la competencia natural de un mercado libre e impulsaron la piratería de los ingleses a barcos españoles y franceses e incluso entre ellos mismos. Lo que nos lleva a deducir que los monopolios suelen asociarse a situaciones en las que la información sobre la tecnología o propiedad intelectual está protegida por patentes y por lo tanto se difunde con dificultad, ralentizando el proceso de crecimiento que por el contrario se basa en las posibilidades de utilizar, conocer y mejorar las tecnologías de las empresas, individuos o personas grupales presentes en un mercado libre.
Además, la perspectiva de conseguir un poder de mercado y de poder aplicar un precio de monopolio supone un incentivo fundamental para que las empresas innoven, ya que confían en las rentas monopolísticas que podrán obtener una vez introducidas las innovaciones — mecanismo entre otros que se utiliza para justificar la existencia de las patentes.
Las patentes y la propiedad intelectual, por lo tanto, es un privilegio del estado y una especie de coerción y socialismo; las patentes son ineficientes puesto que desvían recursos desde la investigación y el desarrollo hacia los poseedores de patentes y los litigios. Las ideas como tal son una imitación de la que ya existe en la naturaleza aunque uno no lo vea o se de cuenta y por tanto no pertenece a nadie.
¿Te imaginas el inventor de la rueda patentando su invento? ¿Cuánto tiempo hubiese estado la gente sin rueda y sin carros tanto en lo militar para defenderse como arar para alimentarse o producir? ¿y que opinas si la música de Mozart, Bach, Brahms, Beethoven hubieses sido patentada? ¿Cómo hubiese algún profesor impartir lecciones sin pagarles y si podría permitirse hacerlo? ¿Cuánta gente hubiese tenido acceso a está evolución musical y artística? ¿y que sucedería si los medios tendrían una información importante para todos y reclamasen derecho de patente o propiedad a esa información sin poder ser compartida por la sociedad? ¿Te imaginas si Shakespeare hubiese patentado sus obras como lo ingleses hubiesen podido hablar inglés hoy en día?
La investigación teórica no puede patentarse de forma tan sencilla como la investigación práctica, y por tanto no está lo suficientemente financiada. Además, los derechos de propiedad solo pueden aplicarse a recursos escasos, y que la propiedad intelectual no lo es. Como hemos visto según esos casos a través de la historia los derechos de propiedad intelectual solo se pueden implementar limitando los derechos de propiedad física de los demás.
Esto indica que la propiedad intelectual y las patentes son una vulneración a la propiedad privada y a la libre circulación de ideas e información, lo cual también es un conflicto de interés con la libertad de expresión y artística en este caso. Digamos que las dos grandes fuentes de reconocimiento del derecho de propiedad intelectual desde una mente liberal, bien desde una perspectiva iusnaturalista, y desde una perspectiva utilitarista, incidiendo en los efectos perversos de las mismas: se justifican medios inmorales en base a fines supuestamente superiores, se distorsionan las prácticas de investigación, se privilegia a unas áreas frente a otras, se bloquea el desarrollo humano jugando con los plazos temporales, etc.
La importante es que es imposible montar un sistema de propiedad intelectual que no acabe violando los derechos de propiedad material, y son precisamente los derechos de propiedad material, aquellos que afectan a los bienes tangibles, escasos y que dan a lugar a conflicto al no poder compartirse, los que han de ser protegidos.
Todos sabemos que las ideas no son por su naturaleza escasas. Sin embargo, al reconocer un derecho sobre un objeto ideal, se crea escasez donde antes no existía y por tanto esto es un privilegio exclusivo a unos cuantos y un monopolio por muy grande o pequeña sea la idea o invento.
Por tanto, se refuta claramente que esos derechos de propiedad intelectual acaban dando derechos parciales de propiedad sobre los bienes tangibles que pertenecen a otros, lo cual supone una vulneración de ese derecho de propiedad inadmisible, y además lo hace de un modo que va a dar lugar a multitud de conflictos por el carácter un tanto inconcreto del mismo, por su falta de publicidad, de visibilidad. Generan inseguridad galopante. El estado usa su sistema legal corrupto como los jueces para simplemente coaccionar o amenazar la propiedad privada de otros sin aparente lógica o razón.
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